sábado, 15 de enero de 2011

La Universidad San Antonio de Abad

Arribamos finalmente al Hotel “El Hogar”. Aprecio que es un negocio familiar y sencillo. Wilfredo nos atiende cortésmente. Toda la familia es atenta y afectuosa. Esta ciudad se adecua al turismo. Sus pobladores son profesionales en la atención al turista. Por fin, la ansiada habitación. El mate de coca para combatir el mal de altura o soroche. Dos horas de sueño son suficientes. Algo de fatiga por la altura.

Estoy hospedado a sólo cuatro cuadras de la Plaza de Armas. Mi primera visita es la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional San Antonio de Abad. Guardo gran respeto por los juristas cusqueños. El Cusco siempre ha producido abogados notables y honestos. He traído dos libros de mi autoría desde Lima. Uno será obsequiado al Señor Decano de la Facultad, y el otro, a la biblioteca de la renombrada casa de estudios.

Son las cuatro de la tarde y me doy cuenta que no había almorzado. Los que me conocen saben que soy un sibarita. Me gusta la buena comida, entre otras cosas. Con sólo seis soles almorcé muy bien. Caminaré un poco, conoceré lo más céntrico y volveré a la habitación. Tendré un encuentro con mi noteebok, escribiré algunas líneas que espero alguien tenga interés en leer, caso contrario, seré el único en hacerlo. Mañana será otro día…Así hablo el viajero…

El sonido de la lluvia me despertó. Llueve tanto en el Cusco que crecen plantas de entre las tejas de las casas. La calle parecía un riachuelo. El agua discurre entre las avenidas empedradas, como buscando huir de ellas; tal vez, anhelando encontrar un río que les permita seguir su destino. La lluvia andina es todo un evento para un limeño como yo.

Buenos días Señor Decano, es para mi un honor visitar al Decano de la Facultad de Derecho de una de las universidades más emblemáticas del Perú y América. Como respuesta de ello, el Decano me dijo: es para esta humilde universidad un honor que usted nos visite y tenga la gentileza de obsequiarnos la obra de su autoría, nos falta material sobre Títulos Valores. Le haré llegar un oficio de agradecimiento por este noble gesto, me dijo. Esas palabras me hicieron sentir muy halagado: La Universidad San Antonio de Abad del Cusco es una de las más antiguas de América. Pienso que el Cuzco fue capital de un gran imperio y, por tanto, se refleja en su gente los modales cortesanos de orígenes precolombinos,  propios de la realeza cuzqueña.

Continué mi recorrido caminando por la ciudad y llegué a una angosta vía encausada por dos paredes de piedra de muchos metros de altura. A mi derecha, conformada por enormes piedras talladas magistralmente, confeccionadas por los incas; a mi izquierda bloques de piedra apilados rudimentariamente, pegadas por una argamasa tosca, confeccionadas por los “inca… paces”. Así llaman en el Cuzco a los conquistadores, refiriéndose al trabajo en piedra que efectuaron, en definitiva manejaron la pólvora mejor que la piedra, eso fue suficiente. Fue más convincente.

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